Si hay un placer que ofrece un cuarto de milla, a grandes y chicos, es poder cabalgar en ellos. No se requiere destreza especial, sólo confianza en el animal ...
Si hay un placer que ofrece un cuarto de milla, a grandes y chicos, es poder cabalgar en ellos. No se requiere destreza especial, sólo confianza en el animal ...